viernes, 26 de septiembre de 2008

Carta de amor

Hoy brilla el sol, no hay ni una nube, sólo un inmenso cielo azul; el color de las flores es más brillante que de costumbre y el césped está más verde que nunca. Apoyada en la mesa, miro desde mi ventana el jardín, envuelta en un fresco olor a menta. Al levantar la cabeza puedo ver tu casa, allí enfrente, y no puedo evitar que se me escape una sonrisa cada vez que pienso en ti. Por fin, hoy vuelves de tu viaje, por fin nos volveremos a ver. Hoy vuelve el aliño que condimenta mi vida.
Se me ha hecho muy largo el tiempo sin ti, con tan sólo el teléfono para hablar contigo o leer tus mensajes. Pero ahora eso ya ha pasado, y sólo por la alegría de volverte a ver, sonriéndome desde tu ventana, o de ir juntos a cualquier sitio, o de volver a repasar por la mañana todo lo que he hecho contigo el día anterior... Por todo eso, ha merecido la pena esperar estas semanas que han parecido meses.
Te despido, con muchísimas ganas de verte, sabiendo que ocurrirá muy pronto; y que la próxima vez que levante la mirada del jardín, tú me sonreirás desde tu ventana.



PD: Bueno, como le dije a cierta persona (o animalillo, según se mire) esta es la carta de amor que escribí como trabajo de lengua, todavía sin corregir, pero ya me he cansado de esperar y si no, no la publicaré nunca... Y bueno, espero que os guste. =)

2 comentarios:

elcamaleón dijo...

Olé,olé,y olé.Muy bien Kelna,las cosas improvisadas,son las que salen del corazón,cuando se corrigen,es como adornarlas,pero ya no es lo mismo,Como te dije en su día,cuando estamos enfadados,alegres,tristes,o contentos,afloran por si solas las ideas,no son tus manos las que escriben,es tu corazón.
P.D:Deberías escribir más.Un beso Kelna.Aah...una cosa,lo único que yo no hubiese puesto es,el "te despido"piensalo.

risk dijo...

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