lunes, 15 de junio de 2009

Vacaciones = )

Sí, sí, sí, después de un curso más (nadie niega que se haya hecho corto, pero al fin y al cabo es un curso =P) ya toca descansar. Vale, es verdad, llevo semana y media yendo solo a mates y si ahora me pusieran a hacer exámenes me moriría del disgusto, peeeero, hasta hoy no he acabado de todo y ahora sí, ya son vacaciones!!!
Y después de la euforia vacacional =P, ahora a cumplir los objetivos veraniegos (que con mi vagancia, y mi odio hacia los planes no durarán mucho)
Pues eso, a disfrutar del veranito (yo que puedo =P) que la vagancia comienza a atacar y no se me ocurre que más poner... =)

Besitos...

Editado, se me ha ocurrido poner otra cosa:
=D =D =D

lunes, 8 de junio de 2009

A Ernesto =(

Se fue, pero siempre estará aquí. Al principio pensé que era un ogro, siempre echando la bronca por los pasillos, borde, y encima duro en clase, el típico profesor cabrón. Ahora duele recordar estos calificativos, nada más equivocado, todo era una fachada, supongo que para imponer respeto, pero al fin y al cabo fachada, que se desmontaba tras dos clases dejando ver la gran persona que era.
Dejaba ver a ese hombre bueno, luchador y tranquilo, que además disfrutaba enseñando, que cada día se esforzaba para que entendiesemos algo y que calificaba en función de lo que aprendíamos; dejaba ver también al profesor que paraba la clase para contarnos cómo era la vida cuando era niño, o para hacernos pensar en cosas a las que normalmente no damos la importancia que merecen.
Es asombroso ver la tristeza que causa, aunque en los últimos dos años apenas haya hablado con él, tan sólo sludos y un par de frases. Pero hay cosas que no se olvidan: el apoyo que nos dió en aquel día gris que lloramos a un compañero, la alegría cuando después de dos meses con el sustituto volvió a darnos clase, el entusiasmo con el que recitaba su papel de la obra de Medievales o lo feliz que se comía aquel potaje en la tele...
Siempre fue realista con sus situación, por lo menos delnte de los alumnos, y a veces lo veíamos llegar destrozado con su bolsita de medicación, pero creo que nunca creímos del todo que se fuera a morir, ni siquiera cundo este año nos dijo "si todavía no me he muerto, me gustaría ir al viaje con vosotros" nunca pensamos que se iría antes.
Dicen que siempre se van los mejores; no estoy de acuerdo, la diferencia es que sentímos más la pérdida cuando quién se va es de los buenos. Hace años que me niego a creer en el cielo, pensando que no hay nada tras la muerte, pero no puede ser así, él no puede haber desaparecido sin más, tiene que estar en algún lugar, viendo como aquí todos lo echamos de menos.

A Ernesto, siempre en el corazón.