viernes, 22 de enero de 2010

El primer contacto con un nuevo mundo

Antes de empezar: me quedé bajando de un autobús, ¿recodáis? A partir de ahora será todo diferente, todos los ocupantes del vehículo nos hemos convertido en forasteros, y como tales vamos a tener que sobrevivir... Lo que quiero decir es que para ser fiel (juaaaas) a la historia, voy a contárosla en versión original, por supuesto, traduciré, eso sí, no voy a hacer traducciones literales, así que, al que no le gusten... que se compre un diccionario(=P). Otro de los puntos importantes son los pensamientos, esas ideas fugaces que nunca terminé de expresar hablando por diferentes motivos, pero que de vez en cuando serán esenciales en la historia, las pondré en este mismo azul.
Y bien, habéis captado el mensaje?? Bueno, pues sigo =D.


Cuando salimos el aire era fresco, hacía poco que había dejado de llover, todavía chispeaba. Nada más bajar encontré a mi intercambiada, o ella me encontró a mí, quién sabe.
- Je vais chercher ma valise. (Voy a buscar mi maleta) - le dije señalando hacia el compartimento donde se agrupaban ya muchos de mis compañeros. Volví al instante y entonces sí, la abracé, saludé en condiciones y le hice las preguntas de rigor, era una suerte, pensé entonces, que ella hubiese venido antes a casa.
- Vamos, ma mère es allí, me dijo indicándome el camino hacia una mujer rubia que de no haberme fijado nunca habría distinguido de las estudiantes (como ya dije, había poca luz, además la mujer no era muy alta, y no se conservaba eternamente joven, pero casi, ya os contaré más adelante).
La "mère" me saludó con un 'hola' que más tarde confesó haber ensayado. Se hicieron las presentaciones, los dos besos y el típico 'ça va?' (¿qué tal?/¿todo bien?) que en muchas ocasiones ni siquiera espera respuesta.
Entonces, cuanto yo ni siquiera me había planteado que en algún momento tendríamos que salir de allí, la mère me sorprendió con un 'on y va?' (¿Vamos?), mi intercambiada me miró esperando mi asentimiento, pero antes de que pudiera decir nada, noté un tirón en el brazo.
- Nuria, que no encuentro a Myriam, ¿la has visto? - Sí, Myriam era la intercambiada de Vivis, tras negarle con la cabeza, me giré hacia la mía propia.
- Manon, tu as vu... (¿has visto...). Pero no pude terminar, apareció la esperada, se abrazó con mi amiga y nos despedimos todos hasta el día siguiente.
Salimos de allí, pero el día no terminaba ahí, comprendí porqué la mère tenía tanta prisa enseguida, un Landcruiser negro esperaba aparcado en doble fila. Cuando cargamos la maleta y nos pusimos en marcha dijo frotándose las manos:
- Tu as froid? ça va? (¿tienes frío?¿va bien? lo sé, la traducción suena un pelín estúpida, pero pilláis el concepto)
- Oui, ça va...À Teruel, il a neigé ces jours (Si, todo bien... En Teruel ha nevado estos días)
Esas fueron mis primeras palabras en francés, dejando a un lado saludos y cortesías.
La mère contestó con un 'Ah, elle parle français!!' como si eso fuera algo que no esperase, decidí no pensar en ello y concentrarme en seguir respondiendo preguntas sobre el viaje.

La casa era algo así como una unifamiliar con un trocito de jardín, nada más abrir la puerta, un perro pequeño (pero lo suficientemente grande para no ser perro-patada) salió a recibirnos. Entrando un poco más, la cocina concretamente, apareció otro especimen "¡Ese no puede ser el padre!", pensé. Ante mí estaba un tipo grande (no solo alto, grande), que vestía unos vaqueros de estos de siempre, que no es que sean así, es que están desgastados, una camiseta cualquiera, y una cabeza a la quedaba poco para ser calva, pero que el poco pelo que tenía apuntaba en direcciones completamente variadas e inusuales. Y sí, mis impresiones se confirmaron, era el père. Lo mismo de siempre, saludos, dos besos...
El siguiente paso fue enseñarme la casa, tenía dos pisos, abajo cocina, salón, baño y comedor, y arriba, las habitaciones, el baño y el toilette (leerlo toilete, tal como está escrito, queda más gracioso :P) y por último, al fondo, mi habitación. Se veía de lejos que ese cuarto no era utilizado habitualmente, las paredes estaban recubiertas de un papel azul con un estampado blanco, un armario a la derecha, y la que iba a ser mi cama, junto con unas estanterías a mi izquierda.
Después de volver a bajar por aquella escalera de madera que delataba al más sigiloso y rechazar un par de veces la cena para terminar comiéndome un plato de sopa, me preguntaron que quería hacer, quién iba a pensar, que gente que cena a las 7:30, no se habría acostado a las 11:30 de un día normal.
- Aller dormir, peut être? (Ir a dormir, ¿puede ser?)
La mère me contestó que sí, y tras desear a todos buenas noches très poliment, subí a mi habitación dispuesta a dormir, no sin antes reparar en un extraño compañero que se situaba al borde de mi cama...

4 comentarios:

alma dijo...

Ay mère! es pelín siniestro tu compañero de cuarto :P
Date prisa, Kel , que quiero saber que fue lo que no "compratiste" en el desayuno.

SubHatun dijo...

:D Ayysssss los gabachines.... animalicos... en cualquier ciudad de mediana hacia abajo a pertir de las 6 de la tarde es como si hubiera caido una bomba atómica, y las calles etan desiertas y oscuras... mira que son aburridos los muy cabrones

DarkStar dijo...

Ooooh noooo, Kelna, ¡¡¡NOOOOOOO!!!

Gabachos no, gabachos malos, perversos y borrachos. Insufribles, malos malos malos :P

Lo siento, no tengo buenas palabras para ellos xD

SubHatun dijo...

Siii Dark siiii... dilo, no te cortes.. puedes llamarles hijos de puta, dilo, llamales hijos de puta...

¡Cabrones!

juuuuuasssssssss muahahahahaha

pregunta a un Donostiarra por los gabachos y veras como un ser humano (uhmmm ¿los donostiarras son seres humanos?.. bah, dejemos esto para otro rato) veras, decia, como un ser humano (o lo que sea) tambien envera...