jueves, 4 de febrero de 2010

Vueltas y cambios

- ¿¿La Plumi se ha fugado?? ¡¡Uy, esto es que se acaba el mundo!!
Ese fue el comentario que lo desencadenó todo, formulado por un compañero de clase que nos hizo reír al resto. Sabed que La Plumi es otra compañera, que va a clase siempre siempre, una de estas excepciones en el mundo estudiantil que realmente estudia todos los días, tengo que decir que yo no tengo nada contra ella, es libre de hacer lo que le de la gana, pero no todo el mundo opina lo mismo de ella (especialmente cuando alguien dice: ¿Y si nos vamos todos ahora? ella dice que no). Por esto se nos hacía tan raro que no estuviese aquel día en inglés (porque inglés es de esas clases en las que más se tiende a formular la pregunta mágica), pero no terminó ahí.
Los cambios habían comenzado, había entrado en el vórtice, y empezaron a suceder, más y más rápido, aparentemente inapreciables unos, impresionantes otros, pero más y más fuertes, más y más seguidos...
El Naufri tiene novia. ¿Qué dices? Que sí, que los vieron ayer. Pero... que grima, ¿y ella es igual que él? No, dicen que ella es normal. Joder... Esta fue la segunda alarma, ¿se estaba acabando el mundo realmente?
Y después de esto minicambios, inapreciables quizá, una palabra que jamás había escuchado, de repente todo el mundo la utiliza, las cosas comienzan a volverse extrañas, la profesora que jamás venía viene, lo que había estado parado tres meses arranca, lo que me hacía reír, ahora se ha convertido en rutina...
Y empiezo a pensar, que quizá cosas que antes hacía con la mayor alegría del mundo, ahora ya no me terminan de agradar, pero eso significa dejar de lado cosas y personas, y aun así, no siento nada, no me da pena, lo que antes necesitaba ahora ni siquiera lo echo en falta, y no me da pena, y entonces, quizá lo mejor sea dejarlo ahí, si tan sólo pierdo tiempo, y encima no me hace bien...
Y siguen pasando cosas, y sigue habiendo cambios, más y más cambios... y ¿estás bien? No. Bueno, todo pasará. Pero lo que no se explicar es que tampoco estoy mal, simplemente no siento nada, ni siquiera nervios.
Y siguen los cambios, y me descubro riéndome con la compañera a la que no he conseguido aguantar en todo el trimestre, y de repente un examen de mates corto (oh dios mío, ¿será el primero, o el único?), y la gente sigue utilizando esas palabras. Pero espera, ahora sí, me da pena dejar ese mundo, aun así, sigue sin agradarme, sin hacerme el bien que me hacía antes, quizá sea mejor dejarlo antes de que sienta demasiado y no sea capaz.
Y allá que voy, empezando por lo difícil, pero no lo más difícil. Y entonces sí que siento, media tarde de lágrimas lo demuestran, pero sigue siendo lo mejor, o eso creo... Y después de esa media tarde, nada, voy ligera, todo ha parado, y me fijo, y todo vuelve a la normalidad, Plumi va a clase siempre, siempre, la profesora que falta vuelve a faltar, lo que llevaba tres meses parado vuelve a irse al garete, y... espera, ¿vuelvo a pasármelo bien? eso parece, aunque quizá, quizá deba estar segura antes de volver atrás, pero sí, todo vuelve a la normalidad, la seguridad aumenta día a día, he salido del vórtice y todo vuelve a la normalidad.
Bueno, todo no, Naufri se ha casado...

5 comentarios:

SubHatun dijo...

Que importa si lo que trajo el cambio no te gusta... volverá a cambiar, porque la via es eso, cambio... sucesión (me temo que finita) de encuentros y desencuentros, disfruta de los primeros, y recuerda con alegria los segundos...

besos

alma dijo...

Quiero fotos de esa boda, kel ,por favor por favor por favor...para ver si de verdad "ella es normal" y sobre todo para verlo a el :P

En cuanto a los cambios, a mi me gusta mucho eso de que todo cambie para que todo siga como estaba antes ;)


Besos, muchos.

risk dijo...

Me hiciste acordar un poemita de Juan Ramón que voy a poner porque habla un poco de eso (y porque sé que a alma le encaaaaanta Juan Ramón :P):

¿Soy yo quien anda, esta noche,
por mi cuarto o el mendigo
que rondaba mi jardín,
al caer la tarde?...

Miro
en torno y hallo que todo
es lo mismo y no es lo mismo...
¿La ventana estaba abierta?
¿Yo no me había dormido?
¿El jardín no estaba verde
de luna?... ...El cielo era limpio
y azul... y hay nubes y viento
y el jardín está sombrío...
Creo que mi barba era
negra... Yo estaba vestido
de gris... Y mi barba es blanca
y estoy enlutado... ¿Es mío
este andar? ¿Tiene esta voz,
que ahora suena en mí, los ritmos
de la voz que yo tenía?
¿Soy yo o soy el mendigo
que rondaba mi jardín,
al caer la tarde?...

Miro
en torno... Hay nubes y viento...
El jardín está sombrío...

... Y voy y vengo... ¿Es que yo
no me había ya dormido?
Mi barba está blanca... Y todo...
es lo mismo y no es lo mismo...

alma dijo...

Que mendigo va a ser? es el, elllllllllllll, no hay mendigo que lo aguante :P quien va andar cerca de él que es un tostonazo que se durmio del aburrimiento que se daba a si mismo


uh, juanramones

lilianne dijo...

Las profesoras que siempre llegan tarde, tienen la manía de llegar temprano un día durante el curso, yo también tuve una así, y claro, ese día, como todos los días que teniamos clase con ella a primera hora mi amiga Patricia y yo, nos habiamos quedado un ratito más en la cafetería y cuando le preguntamos que si podiamos pasar, va y nos dice que no, y cuando le digo que llegamos a esa hora porque normalmente ella suele llegar más tarde, se enfada la tía borde, y cuando el graciosillo de la clase le dice que las verdades duelen, nos dice que pasemos que nos va a poner un examen, y nos lo puso la muy petarda.

Y sobre los cambios, pues que a veces sirven para que valoremos más lo que teniamos antes, y si como pasa la mayoría de las veces todo vuelve a la normalidad, pues encantados de la vida.


Besos, guapísima.