lunes, 15 de febrero de 2010

Una mañana políglota

Me despertó una musiquilla ascendente. Era el despertador del móvil, lo paré y miré la hora, quizás aún fuera pronto. Agucé el oído intentando escuchar algo, tintineo de las tazas del desayuno, alguna conversación entre susurros, un grifo abierto... pero nada, sólo se oía un repitiqueo más o menos rítmico, ¡ah! era la lluvia contra el cristal, miré hacia la ventana y reparé en un detalle que no había visto la noche anterior, no se veía el exterior, unas contraventanas de madera pintadas de blanco lo impedían. Estaba a punto de levantarme para inspeccionarlas cuando oí unos pasos, alguien se había levantado, me senté en la cama y pensé "¿Qué hago?Puedo bajar, pero si no hay nadie en la cocina... ¿les parecerá mal que rebusque algo en los armarios para desayunar?... Mejor espero, porque dgo yo que alguien vendrá a avisarme ¿no?..." En esto estaba cuando escuché dos voces susurrando y reconocí una de ellas como la de mi intercambiada, tras ello unos pasos que venían hacia mi cuarto. Me levanté al tiempo que se abría la puerta.
Cuando llegamos a la cocina todo estaba preparado ya, y con todo me refiero a un brick de leche, otro de zumo, una caja de cereales, y una cajita pequeña donde había algo parecido al Cola-cao (y que obviamente estaba allí, única y exclusivamente para mí). Y con el desayuno la pregunta estrella 'ça va?' esta vez acompañada de un 'tu as bien dormi?' (¿has dormido bien?). Yo contesté que oui y que oui. Pero ahí volví a darme cuenta de que la mère me creía... no sé... ¿corta?. Concretamente cuando empezó a hablar con la hija.
-Demande-le si elle a eu froid cette nuit, on peut mettre une autre couette si elle veut. (Pregúntale si ha tenido frío esta noche, podemos ponerle otro edredón si quiere). Yo estaba allí, comprendía perfectamente, y me pregunté cual sería el extraño motivo por el que no me hablaba a mí directamente.
-Tu as eu froid? Tu veux une autre couette? (¿has tenido frío?¿quieres otro edredón?) - me preguntó mi intercambiada. Y cuando yo iba a contestar que no, que estaba bien así, volvió a hablar la mére, dirigiéndose a su hija, of course.
- Mais ne dis pas couette (Pero no digas "couette")- y mirándome a mí con cierta compasión me dijo - Une autre coberture? tu comprends? (¿Otra colcha? ¿Lo entiendes?)
- Oui, une couette, j'avais compris, mais non, je n'ai pas froid, ça va comme ça. (Sí, un edredón, lo había entendido, pero no, no tengo frío, está bien así)
- Tu vois? Elle avait compris couette! (¿Lo ves? ¡Había entendido "edredón"!) - dijo mi intercambiada a la mère, apuntándose una victoria que era más bien mía. "Al menos alguien confía en mí francés" pensé yo.

Aunque durante prácticamente todo el viaje estuvimos viajando, la primera mañana teníamos que ir al lycée. Y allá que fuimos, mientras esperábamos en el patio, pude ver y hablar unos segundos con algunos de los españoles, antes de que Manon me dijese los cinco nombres de las cinco amigas a las que saludé y olvidé casi de inmediato. "Delfine, había una que se llamaba así, ¿pero cual? ¿la rubia pequeña de gafas y coleta? ¿la rubia alta de coleta? ¿la más gordita?... joder, ¿por qué todas eran rubias y llevaban coleta?..." Conseguí quedarme con uno de cinco, y no tenía mucho mérito, mi intercambiada me había hablado tantas veces de su mejor amiga, Chloé, que prácticamente ya la conocía (y por supuesto, era rubia)
Nuestra primera clase era gimnasia, un partido de balonmano, dijo la profesora. Lo de jugar era un decir, la pelota sólo la tocaban los auctóctonos, a las cuatro españolas presentes nadie nos tenía en cuenta. Recuerdo que estaba hablando tan tranquilamente con otra cundo me llegó un pase, llegó y se fue, todo hay que decirlo, porque yo hacía un rato que había dejado de estar pendiente del juego. Miré al chico que me había pasado, él me miraba con gesto de asombro (más bien de "¿pero, qué haces?Ese pase era perfecto") y en verdad lo era, porque yo estaba prácticamente sola y bien cerca de la portería, lo miré intentando disculparme, al fin y al cabo él había sido el único considerado que me había contado como jugadora y yo acababa de hacerle perder un gol a su equipo, que hacía rato había dejado de ser el mío.
La clase siguiente era español, la profesora era una mujer agradable, que nos repartió unas fotocopias con juegos de palabras que nos repartíamos entre los seis españoles de aquella clase. Pero la siguiente era latín, y yo era la única forastera, además, había un profesor que hablaba sin abrir la boca. Dejé de prestar atención aproximadamente a los veinte segundos, ya sólo oía un runrún del profesor, y de vez en cuando la respuesta dudosa de algún alumno.
Cuando por fín acabó aquella hora interminable, volvimos al patio, era algo que no entendí, pasamos un cuarto de hora allí, para luego volver a casa a comer, aun así fue agradable, hubo una extraña disertación, donde yo me ví obligada a explicar la diferencia entre el significado de "estar caliente" y "tener calor"

4 comentarios:

SubHatun dijo...

Eh? Como? no son lo mismo? :P

alma dijo...

Puedes explicarlo otra vez, kelna? en frances y español :P

Mi cuñado entiende español perfectamente y lo habla fatal pero se hace entender, sin embargo cada vez que tiene que decirle algo, mi suegra se dirige a su hija y le grita DILE QUEEEEEEEEEEEEEEEEE...es de esa gente que no solo piensa que los guiris son idiotas sino que ademas esta convencida de que todos están sordos, no me extraña lo de la mère de tu amiga :P

catiti dijo...

Kelnita, me está gustando la narración de tu intercambio por etapas y me encanta que a la mère (que parió a tu amiga :P)le dieses un "zas" en toda la boca demostrándole que sabes defenterte perfectamente en su idioma.

¡Hombre, que mi niña preciosa es muy lista!

En cuanto a lo de que todas las niñas eran rubias con coletas.... interesante, podrías proponerlo como estudio para una tesis doctoral o algo así. Espero que al final las distinguieses.

DarkStar dijo...

Aaaaaay, los franceses, criaturitas... :P

Pero bueno, al menos ibas allí entendiendo y aunque te tomaran por tontina, no tanto como para meterse contigo mientras estabas delante. Lo de "Dile que..." lo hacen casi todas las madres, creo, hasta cuando el susodicho habla el mismo idioma que ellas :P